El Malleus Maleficarum y la Caza de Brujas
Brujas. Mujeres que vuelan sobre sus escobas con sus puntiagudos sobreros, mujeres que preparan pócimas y conjuros, mujeres que se reúnen y celebran aquelarres… Todo un imaginario que forma parte de nuestra infancia, de los cuentos que leímos o nos contaron, de las películas que vimos… Sin embargo, la brujería, más allá de esas historias, fue una realidad durante siglos. De hecho, durante mucho tiempo el miedo a ser señalada, acusada o perseguida por brujería formaba parte de la cotidianeidad de muchas comunidades. Y, especialmente, de sus mujeres.
Si bien la llamada caza de brujas se suele asociar a la Edad Media, no fue hasta el Renacimiento cuando empezó a practicarse con regularidad, alcanzando su apogeo durante la Edad Moderna (siglos XV a XVIII). A esto contribuyó precisamente una obra, el Malleus Maleficarum El martillo de las brujas). Escrito por dos monjes alemanes, Jacob Sprenger y Heinrich Kramer, en 1486, constituye un completo y extenso manual para identificar, capturar, interrogar y castigar la práctica de la brujería.
La obra fue duramente criticada por importantes teólogos e incluso por la propia Inquisición debido a los brutales métodos que defendía y porque sus autores utilizaron sin permiso una bula papal que condenaba la brujería para dotar a su libro del respaldo de la autoridad pontificia. Aun así, tanto inquisidores como autoridades seculares vieron en él una fuente de autoridad a la que remitirse en su persecución de la brujería.
Mujeres y brujas
El tratado se dividía en tres partes: la primera trataba de demostrar la existencia de la magia, la segunda describía cómo identificar a una bruja según el uso de sus poderes y la tercera explicaba cómo realizar un proceso por brujería.
La obra recopilaba numerosas historias presentadas como hechos reales que acabaron convirtiéndose en propaganda contra las mujeres. De hecho, la persecución de la brujería se dirigía principalmente hacia las mujeres, a las que el libro describía como especialmente propensas a los engaños del demonio por ser “más crédulas, más propensas a la malignidad y embusteras por naturaleza”. Si bien también hubo hombres en los procesos inquisitoriales juzgados por brujería, su número fue mucho menor.
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¿Quieres hojear el Malleus? ¿Quieres saber qué es lo que escondían sus páginas, cómo describían a esas brujas…? ¡Te lo mostramos! La Herzog August Bibliothek ha digitalizado una edición facsimilar de la obra a partir de un ejemplar de 1490. Puedes verla pinchando aquí.
¿Te apasiona el tema? ¿Quieres saber algo más sobre brujería? En el catálogo de KMK encontrarás numerosos documentos sobre el tema. Y una última recomendación, The Survey of Scottish Witchcraft (1563-1736). Un proyecto llevado a cabo por Julian Goodare, Lauren Martin, Joyce Miller and Louise Yeoman de la Universidad de Edimburgo, sobre la historia de la brujería y la caza de brujas en Escocia (dónde y cuándo fueron acusadas, cómo fueron juzgadas o cuál fue su destino).