La inoculación de viruelas, una mirada al pasado de las provincias vascas

La inoculación de viruelas en las provincias vascas en el siglo XVIII fue una práctica que se popularizó durante esa época como medida de prevención contra la viruela, una enfermedad altamente contagiosa y mortal.

La técnica de la inoculación consistía en introducir una pequeña cantidad de pus de una persona infectada con viruela en la piel de una persona sana, con el objetivo de generar una forma leve de la enfermedad que permitiera desarrollar inmunidad contra ella.

En las provincias vascas, al igual que en el resto del estado y Europa, la práctica de la inoculación de viruelas fue llevada a cabo principalmente por médicos y cirujanos, aunque también se podía realizar en el ámbito doméstico con la ayuda de parteras y curanderos.

Si bien la inoculación de viruelas era una medida efectiva para prevenir la enfermedad, también presentaba riesgos, ya que en algunos casos podía provocar complicaciones graves e incluso la muerte. A pesar de ello, la práctica se popularizó durante el siglo XVIII y contribuyó significativamente a la disminución de la incidencia de viruelas en las provincias vascas y en el resto de Europa.

Javier Esteban es profesor adjunto de Historia Moderna en la UPV/EHU. Su tesis doctoral se centró en el estudio social de los impresos en euskera entre los siglos XVIII y XIX. Es por ello por lo que le invitaremos para que ahonde en esta pequeña introducción ofrecida.

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