Inteligencia Artificial y bibliotecas. Un reto y una oportunidad
Crónica de una jornada en la que pudimos conocer de cerca una de las aplicaciones más utilizadas y conocidas de la Inteligencia Artificial: chatGPT.
Inteligencia Artificial y bibliotecas. Un reto y una oportunidad
9:00 de la mañana y más de 40 colegas de distintas bibliotecas en el Salón de Actos del Convento de Santa Teresa de la Parte Viaje donostiarra. Bibliotecarios y bibliotecarias allí reunidas con el propósito de entender cómo esta tecnología emergente influye e influirá en su día a día. Una jornada que promete ser interesante e intensa, guiada por dos expertos en la materia: Daniel Torres Salinas y Wenceslao Arroyo Machado.
Nos situamos…
Daniel Torres, conocido por sus investigaciones en bibliometría y análisis de datos científicos, inicia la jornada con una exposición que sitúa a la audiencia en el contexto actual. Un momento en el que vemos que, de forma más o menos rápida pero sin descanso, la IA se va integrando en nuestra cotidianeidad. En la personal, pero también en la de nuestras bibliotecas. Esto abre las puertas a nuevos retos y desafíos como la necesidad de una urgente alfabetización informacional, y plantea también preguntas y dilemas éticos, como la privacidad de los datos de los usuarios, los derechos de autor, la “alimentación” de la IA o la veracidad de la información que proporcionan (derivada de la ausencia de fuentes primarias reconocidas).
Ante esta realidad, ineludible, Daniel plantea algunas preguntas que muchas de nosotras ya nos hemos hecho: ¿Qué impacto tendrá la IA en nuestro trabajo diario de la biblioteca? ¿Cómo nos sentimos ante esa realidad? ¿Cuál es el valor de la intervención humana en este nuevo contexto? Con estas y otras cuestiones hacemos un breve receso en el que, café en mano, se producen una serie de animadas conversaciones que fluctúan entre la curiosidad, el entusiasmo y la prudencia.
… y ¡pasamos a la acción!
En esta segunda parte toma las riendas Wenceslao, investigador en Inteligencia Artificial (IA) aplicada a las ciencias de la información, quien, junto a Daniel y durante casi tres horas, nos presenta una de las herramientas más populares y conocidas de la IA: chatGPT.
Sí, a muchos de los presentes nos suena e incluso, algunos, hemos probado la herramienta. Sin embargo, Wenceslao se detiene en el paso 0 ynos muestra algo fundamental: cómo configurar nuestros perfiles de la forma más eficiente y segura. ¡Parece que esta herramienta tiene mucho más potencial (y riesgos) de lo que pensábamos!
Hecho esto, somos testigos, muy sorprendidos a veces, de todas las posibles aplicaciones de chatGPT en las bibliotecas. Hablamos de:
- Gestión de contenidos. Comprobamos la capacidad de ChatGPT para la catalogación de documentos, la creación de resúmenes o la asignación de materias en base a tesauros preexistentes. ¡La velocidad de la herramienta deja boquiabierto a más de una!
- Gestión del tiempo y el trabajo. Vemos cómo ChatGPT puede ayudarnos a agilizar y gestionar algunas tareas administrativas habituales (gestionar horarios, planificar jornadas de trabajo o proyectos…) para que nosotras, las bibliotecarias, podamos dedicar ese tiempo a crear contenido o servicios más creativos, más estratégicos.
- Interacción con las personas usuarias. ChatGPT es capaz de responder a preguntas frecuentes sobre servicios de la biblioteca o proporcionar recomendaciones personalizadas a las personas usuarias.
Superado el impacto del potencial de la herramienta y conocidos algunos de sus entresijos, persisten dos inquietudes:
- Los riesgos que presenta esta herramienta.
La aportación de los y las profesionales de las bibliotecas en este nuevo escenario.
Sobre este último punto, los ponentes aseguran que la intervención humana es aún muy necesaria en distintos ámbitos:
- Gestión de contenidos. Somos los bibliotecarios los que crean los tesauros en los que se basa la IA para etiquetar contenidos, son ellas y ellos los que pueden saber si el registro catalográfico generado por la IA es correcto…
- Curación de contenidos. Somos las bibliotecarias las que podemos verificar la fiabilidad de la información facilitada por estas herramientas. La curación de los contenidos con los que se entrena la IA es fundamental para mejorar la precisión y reducir el sesgo en los sistemas de IA.
- Desarrollo ético de IA. Somos los bibliotecarios los que podemos colaborar en la creación de políticas que garanticen que los modelos de IA respeten la privacidad de los datos y las personas.
- Interacción con las personas usuarias. Somos las bibliotecarias las que conocemos bien las necesidades y expectativas de nuestras personas usuarias. Esto será fundamental para adecuar las herramientas y servicios basados en la IA a ese público concreto.
- Alfabetización informacional. Somos los bibliotecarios los que podemos ayudar y enseñar a las personas usuarias de nuestras bibliotecas a utilizar de forma ética y evaluar de forma crítica las herramientas de IA.
Una jornada, sin duda necesaria, para conocer una realidad que en mayor o menor medida, a corto o medio plazo, nos va a afectar. Una jornada en la que ha quedado claro que, si bien la IA es una herramienta poderosa, su impacto en el ámbito bibliotecario dependerá de cómo se utilice y de quién la maneje. Además, si bien es necesario conocerla, la intervención e interacción humana sigue siendo fundamental en espacios como nuestras bibliotecas, que no solo funcionan como centros de conocimiento, sino también como lugares de encuentro y de conexión social. En este sentido, el papel del personal bibliotecario como facilitador de conocimiento y como mediador social seguirá siendo relevante en el futuro.