José Luis Zumeta

Hoy nos despertamos un poco más huérfanas que ayer tras conocer la noticia del fallecimiento del pintor usurbildarra José Luis Zumeta. Recién cumpidos los 81, Zumeta deja para la posteridad un legado que habla con voz propia y del que, afortunadamente, podremos seguir disfrutando y nutriéndonos.
La formación artística de Zumeta comienza en la década de los 50, cuando asiste a la Escuela de Artes y Oficios de San Sebastián y a la Asociación de Artistas de Guipúzcoa para estudiar pintura. Tras recibir la Medalla de Oro en el certamen de Pintura Joven de Madrid de 1958, se traslada a París para completar sus estudios y viaja por diversos países europeos conociendo de primera mano la vanguardia y el arte de la época.
A su regreso se instala en Hondarribia donde traba amistad con el escultor Remigio Mendiburu. En 1966 participa en la fundación del grupo Gaur junto con otros artistas vascos como Amable Arias, Rafael Balerdi, Nestor Basterretxea, Eduardo Chillida y Jorge Oteiza. Al año siguiente recibe el Premio de Pintura Vasca con su “Homenaje al Guernica de Picasso” y, ya en la década de los 70, compagina la participación en exposiciones individuales y colectivas con su labor docente y con la creación de grandes relieves cerámicos para Usurbil, Pasai Antxo y Zarautz. Su etapa expositiva continúa en las siguientes décadas y termina con la última muestra que realizó el verano pasado en la galería Ekain, en Donostia.
Son reflejo de su papel activo en la cultura popular decenas de carteles y láminas diseñadas para iniciativas en favor de la lengua y cultura vascas como, por ejemplo, la Aste Nagusia de Donostia de 1984, la edición de Kilometroak celebrada en 2015 en Usurbil o el 50 aniversario de la Feria del Libro de Durango. Su presencia en la vida cultural del territorio alcanza también eventos de ámbito internacional con colaboraciones en el diseño de carteles para la Quincena Musical y el Jazzaldia, entre otros.
Se va, por lo tanto, un artista cuya aportación es imprescindible conocer para entender el desarrollo de la vanguardia artística vasca del siglo XX y un ciudadano comprometido con la cultura. Nos deja su obra para que podamos seguir estudiando y entendiendo quiénes somos y de dónde venimos y nos ayude a reflexionar sobre hacia dónde queremos ir y qué queremos ser.