Langlands & Bell

17/1/1997 - 8/3/1997


Artistas: Ben Langlands, Nikki Bell
 

LANGLANDS & BELL

Ben Langlands (1955) y Nikki Bell (1959) nacieron en Londres, ciudad en la que actualmente viven y trabajan. En 1978, todavía estudiantes en la Escuela Politécnica Middlesex de Londres,realizan su primera obra conjuntamente, The Kitchen.. Se trata de una instalación con dos cocinas contiguas y similares; el espacio es idéntico, los objetos son los mismos y están situados de la misma manera; la única diferencia es que la primera cocina es vieja, tiene una historia, mientras que la segunda, cuyo único acceso es contemplativo a través de una ventana, es una cocina nueva, reluciente, impersonal. En esta obra Langlands & Bell analizan la noción de identidad en relación con el paso del tiempo. Esta obra va a constituir el inicio de una fructuosa colaboración y va a señalar el comienzo de un trabajo sobre la problemática de la arquitectura, su sentido, su forma, su función, etc.

Como ellos mismos explicaron con motivo de su participación en la Feria de Basilea en junio de 1996, su obra es una “reflexión sobre la dinámica de la organización individual, social y de comunicación a través de su manifestación en la arquitectura, el mobiliario y los sistemas de comunicación visual en dos dimensiones. Nos interesamos en la manera en la que lugar o posición son elaboradas como la expresión de una intención en todos los niveles sociales, de lo individual a lo colectivo.”

La obra de Langlands & Bell se desarrolla en torno a tres aspectos principales : en primer lugar, la relación del hombre con el edificio, es decir el mobiliario, y más concretamente el mobiliario que está en contacto directo con el cuerpo (la silla y la mesa); en segundo lugar, la relación del mobiliario con el espacio, con la estructura interna del edificio; y en tercer lugar, la relación de la arquitectura con el sistema socio-político. Consideran que si la arquitectura fuera verdaderamente un arte público, una lengua cultural accesible a todos, los muebles se convertirían en un código cultural representativo de una estructura interior, pues generalmente son los muebles los que indican el funcionamiento de los espacios interiores. “Cuando lo sociopolítico y lo arquitectónico se unen en un edificio, resulta más interesante. Lo importante para nosotros es cómo se representa su función, cuan penetrantemente se informa al diseño de la estructura acerca del propósito final del edificio".

Langlands & Bell construyen y pintan maquetas que muestran partes, secciones o planos de edificios públicos importantes con el fin de explorar sus sistemas interiores, sus ejes, sus espacios, sus significados y su memoria. Estas maquetas se proponen como composiciones geométricas neutras en relieve o bajorrelieve, evitando todo detalle superfluo. Generalmente están pintadas de blanco o de negro, lo que les confiere un carácter espacial claramente escultórico, acentuando por una rigurosa iluminación ; en determinados casos han utilizado el color para resaltar el aspecto gráfico de las maquetas (ej. Logoworks). Ya sean presentadas horizontalmente, incluídas en el mobiliario, o verticalmente, como si se tratara de obras pictóricas, todas estas maquetas con formas circulares, clípticas, cruciformes o radicales se convierten en emblemas y logotipos de sociedad.

Una de las características esenciales de la obra de Langlands & Bell es la asociación de edificios de épocas diferentes con el fin de introducir la noción de la temporalidad, aspecto éste presente desde el principio de su trayectoria en común. “La referencia a los edificios de ayer y de hoy es testimonio de la creencia de la arquitectura como signo, pero se funda también en la nostalgia subyacente de un espacio contemporáneo significante".

La mayoría de los edificios elegidos por Langlands & Bell tienen un valor estratégico y simbólico que ilustran y resumen, como ellos mismos dicen, las funciones del estado: una función ideológica y cultural (la Villa Rotonda de Palladio, el Museo de Arte Moderno de Francfort, las iglesias, las mezquitas, etc.), una función económica ( los Logoworks) y una función represiva (las prisiones).

La obra más reciente de los artistas británicos se centra en la arquitectura religiosa, representando edificios “símbolo” de diferentes culturas y asociándolos en dípticos y trípticos: interesándose por las creencias y las tradiciones como datos de una identidad y de una historia; considerando el edificio religioso como lugar que incluye y que excluye, como un lugar que encierra y limita un espacio útil para la eternidad.

Informaciones recogidas del catálogo de la exposición y de la bibliografía de los artistas Texto: Mari Fran Machín