Las Bibliotecas también son para el verano
Museos, iglesias, callejuelas, antiguos palacetes, castillos… las clásicas recomendaciones de las guías turísticas. Sin embargo, hoy queremos contaros una de nuestras visitas obligadas haya donde vayamos… las bibliotecas. ¿Alguien comparte esta afición?
Las Bibliotecas también son para el verano
Año tras año, al volver de vacaciones, las compañeras de la Biblioteca KMK comentamos las peripecias de nuestras escapadas: los momentos divertidos, nuestros descubrimientos, las delicias gastronómicas… ¡y las bibliotecas que hemos podido visitar! A veces las buscamos (para qué negarlo), pero no siempre. En ocasiones, no sabemos cómo, acaban cruzándose en nuestro camino. En fin… sea como sea, las bibliotecas forman parte de nuestras rutas turísticas. ¡Y lo que disfrutamos!
Pero, ¿son interesantes estas visitas? Sí, sin duda y por muchos motivos. Para empezar, no son pocas las bibliotecas interesantes por el edificio en el que se ubican, reflejo muchas veces del estilo y la época en la que fueron construidas. Cada una de estas bibliotecas cuenta su propia historia y nos ayuda a comprender mejor su función y aportación al pueblo, ciudad o territorio en el que se ubica.
También despiertan nuestra curiosidad las colecciones que muchas de ellas albergan. Fondos antiguos o raros, únicos en el mundo en algunos casos, archivos personales de escritores, viajeros, reyes, religiosos… En fin, documentos que resultan fascinantes para estudiosos y curiosos por igual. Resulta increíble pensar que muchos de esos documentos llevan siglos entre nosotros, sobreviviendo a guerras, saquedos o incendios, ¿verdad?
¿Y qué nos decís de los servicios que estos espacios ofrecen a sus personas usuarias? ¿También otras bibliotecas tienen una hemeroteca como en KMK? ¿Y una fonoteca? ¿Qué más cosas podemos hacer en ellas? Quizá descubramos alguna actividad inspiradora que poder trasladar a nuestra Biblioteca… Hay bibliotecas que nos reciben con un piano que puede tocar todo aquel que lo desee, otras que nos prestan no sólo libros sino también material de acampada, aparatos o artículos de cocina (las bibliotecas de las cosas), bibliotecas que permiten grabar maquetas a los grupos locales, otras con impresoras 3D…
Nos sentamos en alguna de las bibliotecas que estamos visitando y, simplemente, observamos. Esto nos da pista de quién y para qué utiliza este espacio. Vemos familias que se reparten entre la sección infantil y la de adultos, personas que pasean entre las estanterías indecisas sobre su próxima lectura, otras que simplemente descansan y cargan sus móviles, otras que se protegen del intenso calor (no en vano las bibliotecas son consideradas refugios climáticos), nos cruzamos con un grupo de residentes que acuden a un taller de cocina hindú… Muchas historias que conviven por unos momentos en este espacio mágico que es la biblioteca.
Hay bibliotecas de todo tipo y para todo tipo de personas usuarias. Pequeñas, grandes, antiguas, modernas, lugares de estudio, refugio u ocio… En cualquier caso, las bibliotecas son un punto de referencia de la comunidad a la que sirven. ¿Cuál es “vuestra” biblioteca? ¿Qué biblioteca os ha fascinado? ¿Cuál es la última que habéis descubierto? Desde la Biblioteca KMK os animamos a sumaros a nuestra tradición viajera y compartir y contarnos cuáles son esas biblitoecas que habéis descubierto durante este verano o esas de las que habéis seguido disfrutando en vuestros pueblos y ciudades. Nosotras así lo haremos tanto en Instagram como en X con los hashtag #BibliotecaKMK #BibliotecasViajeras