Viajes
Propuestas y alternativas
Viajes
Seguramente habría que distinguir entre hacer turismo y viajar. Es posible que entendamos que son lo mismo, pero quizás, si nos ponemos a pensar, encontremos notables diferencias entre ambos términos.
Por turismo entendemos la visita a lugares de moda o que sean significativos por sus monumentos, su historia o su belleza natural. Sin embargo, la palabra turismo preferentemente se relaciona con una serie de servicios que van a estar asegurados, tales como el transporte, el alojamiento, la restauración, las veladas… Se trata de un viaje organizado en el que al azar únicamente se le reserva una pequeña parcela, aunque el destino sea un lugar de lo más exótico.
Viajar, sin embargo, puede tener parte de los componentes antes mencionados, pero es posible que, aunque se disponga de una guía, el destino cobre un protagonismo importante.
En ocasiones, sin esperarlo, nos podemos ver inmersos en una verdadera aventura.
Eso puede ocurrir aún sin que se dé ninguna circunstancia especial, simplemente viajando sin compañía, si es que eso no lo hemos puesto en práctica con anterioridad.
También puede suceder que, más que una aventura, se trate de un deporte, o que el deporte y la aventura estén entrelazados y que, más que cualquier otra cosa, resulte un gran reto.
O el deporte, la historia y la literatura están incluídos en el mismo viaje.
Y nos encontramos con lugares legendarios, con maneras de viajar que ya no son usuales.
En relación con la naturaleza, se han emprendido expediciones que han resultado determinantes para la evolución de la ciencia.
Cada cual deberá ir pensando cúal es el tipo de viaje a su medida.
Quizás con algo de ayuda.
De todas formas el poeta griego Konstantino Kavafis nos proporcionó la clave a modo de metáfora de la vida:
Lo importante no es el destino, sino el viaje en sí.
Si vas a emprender el viaje a Ítaca,
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
a los Lestrigones y a los Cíclopes,
o al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.
Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente,
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
cuanto puedas invierte en voluptuosas y delicados
perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende pronto de sus sabios.
ten siempre a Ítaca en la memoria.
llegar allí es tu meta.
mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te regaló un hermoso viaje.
sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna cosa puede darte.
Aunque pobre la encuentres, no te engañará Ítaca.
rico en saber y en vida, como has vuelto,
comprendes ya qué significan las Ítacas.